Cuando
cuidamos nuestra alimentación, empezamos a restringir determinados alimentos
por su composición grasa o extremadamente calórica, frituras, salsas y demás.
Lo que más recortes sufre en este tipo de situaciones es el “postre” .
Normalmente
los postres son saturados de azúcar, crema, dulce de leche, chocolate, todas
combinaciones explosivas en cuestión de calorías, pero retirar del todo los
postres también suele ser un sacrificio extremo que nos puede
resultar en el abandono completo de la dieta.
Para que
esto no ocurra y a su vez tengamos una “recompensa”, hay tips sencillos para
reemplazar estos postres ricos y asesinos por otros menos perjudiciales y hasta
benéficos para nuestra salud.
Lo primero
que se nos ocurre es reemplazar el azúcar común, por algún endulzante natural,
ya que los edulcorantes tampoco son una alternativa del todo sana.
En esta
línea aparecen las frutas dulces, si utilizamos frutas crudas, solas o en forma
de ensalada de frutas o acompañando gelatina estaremos ingiriendo azucares
naturales mucho más digeribles y menos ricos en calorías. Un ejemplo es la
Stevia que es una hierba natural 30 veces más dulce que el azúcar, y en
extracto unas 200 veces más. Se le atribuyen cualidades benéficas por ejemplo
el control de la presión arterial.
No podemos
eliminar del todo los dulces, porque seguramente su cuerpo la ha ingerido por
años y ese ritmo debe decrecer paulatinamente, por eso debemos buscar
alternativas que nos ayuden a adecuar nuestra dieta y balancearla. Ahora a comer
una fruta.
Licenciada Alba Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario