Normalmente
una persona con exceso de peso tiene un buen comer, y se deleita con todos los
grupos alimenticios, aunque un alto porcentaje no considera las ensaladas más
que una guarnición o un acompañamiento para la carne de cualquier tipo.
En el
esfuerzo por equilibrar el peso y la nutrición tenemos un gran aliado, las
ensaladas serán nuestro fiel apoyo mientras sufrimos el hambre inicial, la
ansiedad y los deseos intensos de mandar al cuerno la dieta…
Hay una gran
variedad de vegetales que podemos utilizar, seguramente no todos nos gustaran y
tal vez la mixta de lechuga y tomate nos aburra, así que unos tips para hacer
más sabrosa las ensaladas seria agregarle algunos condimentos, por ejemplo el
orégano tiene una enorme cantidad de propiedades, el ají molido le dará un
suave picor , un poquito de jugo de limón es otro ingrediente muy apropiado, un
chorrito de aceite de oliva, un poco de vinagre. A veces podemos hacer pan
tostado y cortar cuadraditos para hacerla más consistente.
El comienzo
de la dieta debe ser estimulante, si nuestro exceso de peso es importante, a
pesar de que no sean ensaladas totalmente dietéticas, el reemplazar las
milanesas a caballo por una ensalada será un beneficio grande.
Trocitos de
jamón cocido, un poco de queso crema o ricota, zanahorias con un leve hervor o
crudas, pepinos, rábanos, remolachas, son alternativas excelentes para variar
sabores y colores, una ensalada multicolor es mucho más atractiva a la vista.
Unos
trocitos de queso fresco dietético mezclado con una ensalada de rúcula bien
condimentada es una delicia.
Un morrón
rojo picado combinado con brócoli previamente hervido en un poquito de vinagre
es también muy sabroso.
La
imaginación y sus propios gustos lo llevaran a experimentar con los vegetales y
aprender a disfrutar su ingesta. Y a disfrutar sus beneficios.
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