domingo, 6 de octubre de 2013

La dieta paleolítica ¿que es?


La paleoalimentación pone en valor el tipo de alimentación de nuestros antepasados de la era Paleolítica y considera que estamos adaptados genéticamente para seguirla. Basada en carnes de todo tipo, frutas, verduras y  frutos del mar; cuestiona que la etiqueta "saludable" se le asigne sólo al eje vegetariano-lácteos-cereales.
olver al origen. Parece ser el dogma que instala la llamada paleoalimentación. "No hay nada más natural que la carne", lanzan los adeptos más convencidos sobre esta tendencia que no es nueva pero que en el último año escaló y se puso de moda en el mundo entero.
La dieta paleolítica a simple vista puede sonar provocadora, sobre todo en un contexto contemporáneo donde los valores de "lo saludable" respecto de la comida en general se adjudican al eje pro vegetariano-lácteos-cereales. Pero la dieta paleolítica también tiene sus fundamentos sólidos y le pasa la corona de "lo natural" a la carne, las frutas, los frutos de mar  y las verduras.
Por millones de años de "selección natural" los seres humanos que sobrevivieron fueron aquellos que mejor funcionaban con este combo de alimentos. Específicamente el hombre del Paleolítico era nómada, su vida se caracterizaba por un desplazamiento continuo o periódico sobre todo impulsado por las cuestiones estacionales del clima.
La dieta paleolítica  o paleodieta también conocida como dieta del hombre de las cavernas o de la edad de piedra se basa entonces en la premisa de que los seres humanos actuales están adaptados genéticamente a la dieta de sus antepasados del paleolítico, por lo que resulta una dieta ideal. Se centra en el uso de los alimentos disponibles en la época paleo y se compone principalmente de carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos y raíces, así mismo excluye granos, legumbres, productos lácteos, sal, azúcares refinados y aceites procesados.
El sustento científico
No se puede hablar de la dieta paleo sin mencionar al gastroenterólogo Walter Voegtlin, quien en 1975 fue quien le dio sustento científico a la teoría que sostiene que los seres humanos son carnívoros, en su libro "La dieta en la Edad de Piedra",  basada principalmente en grasas, proteínas y una dosis importante de carbohidratos. 
Voegtlin señala además que, al igual que los perros, los seres humanos tenemos dientes caninos y molares estriados y nuestra mandíbula está diseñada para machacar y desgarrar la comida y no para rumiar o sólo masticar.
Ambos,  el perro y el hombre, según Voegtlin se alimentan en forma intermitente y pueden sobrevivir sin estómago o colon. Totalmente opuesta es la situación de los animales herbívoros, que se alimentan continuamente, sus heces son enormes y su tracto digestivo es cinco veces más largo para almacenar la comida. 
La teoría de Voegtlin afirma que esas grandes diferencias entre la anatomía del hombre y los herbívoros  hace que sean incapaces de adaptarse a una dieta rica en alimentos vegetales especialmente a los cereales ricos en carbohidratos,  así como a una dieta abundante en lácteos rica en lactosa. Y el gastroenterólogo es contundente acerca de que todas las enfermedades modernas son producto de haber abandonado la dieta  de nuestros ancestros ricas en carnes y grasas. Y señala que con la excepción de la vitamina C, todos los nutrientes esenciales pueden obtenerse del reino animal. Las comidas desvitalizadas que constituyen el corazón de nuestras dietas modernas cargadas de azúcar y harina lo único que hacen es acelerar nuestro declive.    

"La paleo-alimentación no es una exaltación de la carne sino de los tipos de alimentos que el ser humano consumió desde el principio de su existencia, e incluso desde sus ancestros del género "Homo". Eso incluye la carne, pero también las frutas, verduras, tubérculos y frutos del mar. Es posible que por una cuestión de precios la alimentación paleo pueda ser más carnívora en la Argentina; pero en zonas costeras, por ejemplo, puede practicarse una paleoalimentación más rica en pescados o mariscos", explica Lucas Llach, economista e ideológo del primer restaurant de comida paleo enBuenos Aires. Además es el hijo del reconocido economista Juan José Llach, quien fuera Ministro de Educación de la Nación durante la presidencia de Fernando de la Rúa. 

Llegó la agricultura 

Aproximadamente hace 6 millones de años que nos separamos de la línea de evolución  que nos conduce a los chimpancés y bonomos, los simios más parecidos al hombre y no existía la agricultura. 
Para los cultores de la dieta Paleo el ingreso de las harinas, arroces y azúcares a la dieta cotidiana de hoy está en algún punto ligado al desarrollo de la agricultura hace unos 8 mil años atrás.  

Que dicen los detractores de esta dieta: 

La dieta “Paleolítica” es un régimen que invita a la persona a comer como el hombre de las cavernas. Surgió en la década del 60 y consiste en un plan de alimentación basado en el remoto periodo.
Los alimentos a ingerir incluyen aquellos que se encontraban en esa época, como pescado, carne, frutas, verduras, frutos secos y raíces, excluyendo a aquellos que actualmente se intervienen por procesos industriales o de conservación, como los lácteos, legumbres, sal o aceites.
Según señalan nutricionistas en un artículo de Scientific American, por un lado, la dieta resulta positiva porque deja de lado los alimentos procesados, los que a aportan pocas proteínas al organismo o aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, este modo de comer impide que se ingieran alimentos que son ricos en calcios, fibras o vitaminas.
Para Christina Warinner, de la Universidad de Zurich, los vegetales en la actualidad han cambiado respecto a la era paleolítica. Por ejemplo, vegetales como la coliflor, el brócoli y las coles de Bruselas han ido transformando sus componentes a través de las generaciones.
A juicio de los expertos, quienes siguen la dieta no tienen en cuenta que según la zona geográfica en la que vivía, el hombre del periodo paleolítico era distinto y variaba sus hábitos, de acuerdo al clima y el tipo de suelo, además, las estaciones del año eran diferentes en cada región y, por tanto, también lo era la comida que se hallaba.
“Sabemos que los seres humanos evolucionaron no para subsistir a una única dieta Paleolítica, sino para ser flexibles en la alimentación”, comentó el antropólogo William Leonard de la Universidad del Noroeste en una edición de Scientific American de 2002.
Finalmente, la idea de que la dieta paleolítica como una forma saludable de alimentación y de prevenir enfermedades, como la arterosclerosis a causa del colesterol, se debilita ante el hallazgo de esta enfermedad en el periodo paleolítico, según estudios científicos .
Además, aún si ciertas enfermedades como el cáncer, la diabetes, la obesidad o los problemas cardíacos no eran muy frecuentes en el periodo de las cavernas, ellos enfrentaban otros peligros relacionados con la salud debido al poco desarrollo de la medicina y sus modos de sanación.

Y aunque las estrellas de Hollywood la usen y digan que eso las mantiene flacas, recuerden que no todos los cuerpos son iguales y que hay muchas mentiras alrededor de estos temas. Siempre antes de cualquier dieta consulten a su médico no sean victima de la moda.

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