Amarse a uno
mismo, alcanza?
Muchas veces
escuchamos burlas y bromas pesadas para la gente que está un poco excedida de
peso, estas burlas y bromas crecen en intensidad a medida que la balanza registra
más peso.
Es verdad
que debemos amarnos a nosotros mismos, que debemos darnos valor como individuos
y no estar demasiado pendientes de la opinión de los demás, pero como todo en
la vida debe haber un equilibrio.
Pero también
debemos reconocer que somos seres sociales, la humanidad siempre se ha agrupado
de esta manera y la aceptación del grupo es importante para nuestro estilo de
vida.
Los
diferentes a través del tiempo han sufrido, las brujas o herejes quemados en la
hoguera, los judíos perseguidos en gran parte del globo, los extranjeros en los
sitios con crisis laboral, y cientos de ejemplos sobre esta actitud de la
humanidad, condenable sí, pero que no puede ser pasada por alto a la hora de
crear una imagen de nosotros mismos para proyectar a los demás. Todos querríamos
recibir halagos, felicitaciones o tan solo la aprobación de nuestro entorno.
He visto
personas que hacen honor a la siguiente postura, que me acepten como soy…y es
una postura respetable, pero bastante cómoda, y lo primero que debemos
preguntarnos es yo mismo me acepto como soy? A veces no tenemos la voluntad de llevar
nuestra verdadera imagen a coincidir con lo que realmente queremos ser, por
falta de estímulo, no vemos la real necesidad de ponerle ganas al asunto, no
vemos la necesidad de cuidar nuestra imagen, no vemos la necesidad de ser
detallistas.
La imagen es
muy importante, eso lo comprobamos hoy más que en cualquier época anterior.
Hoy día la
imagen habla más que mil palabras y somos bombardeados cientos de miles de imágenes
a diario, de cómo debemos ser, de cómo debemos vernos, de que debemos pensar de
a quien debemos votar, etc.
Dicho esto
la pregunta que cabe es como debemos vernos? Saludables es la única respuesta,
no delgados no gordos, esas son subjetividades de cada persona, la meta es
verse saludable, limpios, aseados frescos, vestidos con buen gusto, que nuestra
apariencia transmita el amor que nos tenemos, es evidente que una persona que
no se ama no le preocupa su apariencia, lo que nos llevan a cultivar una imagen
saludable no son soluciones mágicas sino una forma de vida equilibrada,
proyectarse al futuro con ánimo de mejorar, con una autoestima equilibrada y
justa, medirnos como nos gustaría que los demás nos midan, nada viene
De regalo,
en lo que ataña a nuestra apariencia todo es trabajo y esfuerzo, encarémoslo con
coraje y decisión, seamos saludables y mostrémonos saludables.
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